Azafrán en tarro de cerámica artesanal

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Azafrán en tarro de cerámica artesanal

El Azafrán Molineta de Minaya llega directamente desde La Mancha, lugar conocido por elaborar el mejor del mundo en un formato único, envuelto en un tarro de cerámica hecho a mano y firmado por su artesano.

Tarro decorado de 2 grs. de Azafrán Molineta de Minaya

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Porqué en GourmetVip - Azafrán de Minaya

Nadie duda de que el azafrán es rey de las especias.

El proceso de elaboración es tan delicado como la propia especia, que se obtiene extrayendo suavemente los tres estigmas rojos que asoman desde el centro de la flor que le da el nombre. Además, en La Mancha, recogerlos y desecarlos es toda una tradición, ya que se realiza mediante el proceso de tostado que allí es original y característico. Esta peculiaridad, unida a las singularidades de la especie, el suelo y el clima, hacen que el azafrán manchego esté considerado como el mejor azafrán del mundo.

Por eso hemos querido acercar al club el azafrán de la Molineta de Minaya, que nos trae desde el corazón de la Mancha un azafrán genuino, aromático y tradicional con la Denominación de Origen del Azafrán de La Manchapara darle a tus platos el sabor único de esta exquisita especia y convertir tus paellas en una fiesta dorada.

Una especia con historia

Minaya es un pueblo situado en el corazón de La Mancha, al Norte de Albacete. Hasta hace poco, la mayoría de sus vecinos estaban vinculados al cultivo del azafrán. Asistían a la siembra en primavera y luego, entre septiembre y noviembre, veían cómo el paisaje del pueblo se tornaba azul y el penetrante aroma del azafrán impregnaba hasta el último rincón de sus casas.

Todos, mayores y niños, participaban en las labores de recogida y monda de la rosa. Los días del manto, los de mayor floración, los minayeros no daban abasto y se veían obligados a trasladar el excedente a los pueblos vecinos para conseguir que las rosas se mondasen en el mismo día y así preservar la calidad final del producto.

Porque la rosa del Azafrán es una flor delicada. Sus pétalos violáceos aparecen abiertos al amanecer . Hay que aprovechar esas primeras horas del día para recolectarlas. Después se les retiran con sumo cuidado los tres estigmas internos, de color rojizo. A pesar de los avances tecnológicos, aún no existe ningún mecanismo que facilite la monda, proceso que se sigue realizando a mano. Finalmente los estigmas se tuestan a diferentes temperaturas, en un proceso minucioso que se ha transmitido de generación en generación. Hacen falta casi doscientas mil flores para conseguir un solo kilo de azafrán .

Flores que necesitan por lo menos mil metros cuadrados de tierra cultivada. No es de extrañar que durante ciertas épocas alcanzase el mismo precio que el oro y que llegase a llamársele el oro rojo.

Desde el siglo IX en que los árabes lo introdujeron en la península ibérica, se ha ido perfeccionando y afinando su proceso de elaboración hasta conseguir la calidad que hoy en día disfrutamos. En La Mancha existen referencias escritas a su cultivo desde el año 1720. Pero su importancia en la vida cotidiana de los manchegos se manifiesta en costumbres, como la que aún se mantiene en muchos pueblos, de regalar unas briznas de Azafrán a los recién casados para desearles prosperidad a través de este símbolo.

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